Porque los cuentos no solo se escriben, sino también se inventan de forma oral. Esa era la tarea que hicimos en el aula, improvisar un cuento de forma grupal. Teniendo en cuenta que ya habíamos trabajado el concepto de "cadáver exquisito", se planteó como una tarea similar, pues cada alumno o alumna aportaba un trocito suyo y el resultado sería un cuento creado por todos. Así, el procedimiento de la actividad fue el siguiente:
• Primero, se relacionó el audiocuento con el cadáver exquisito. De forma individual se realizará una aportación que conformará una parte fundamental del producto que se forme, el cual se construirá con las partes de todos y cada uno de los niños y niñas.
• Después, se pidió al alumnado que estuvieran muy atentos, pues a diferencia de los cadáveres exquisitos, en este caso sí se debía continuar las partes realizadas por los compañeros. En este sentido, el niño o niña que diera comienzo al cuento, sería el responsable indiscutible de su trama, pues todas las aportaciones de los demás girarían en torno a la idea primera.
• Más tarde, se utilizó un dispositivo móvil para grabar el cuento en cuestión, el cual debía ser producto de la total imaginación e improvisación del alumnado.
• Finalmente, se proyectó el audio ante el grupo-clase y se extrajeron conclusiones en cuanto a la actividad realizada: qué les había parecido, si la consideraban difícil, si les había costado seguir el hilo propuesto por los compañeros, etc.
¿Qué resultados se obtuvieron?
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